Altura de la torre sin vigía,
enhiesta hacia las nubes como dedo.
Inmarcesible mole que no cede
al tránsito, la bulla, los motores.
Encallada resiste, como tantas,
esta esquina del mundo. Se interpone,
vertical desafía, rompe, asciende.
¿Qué cálculo algebraico la erigió,
con qué labor cocieron sus sillares,
quién tanteó en la sombra su firmeza
después del beso frío de la noche?
Hoy me siento a su lado por si acaso amanece.
domingo, 27 de diciembre de 2009
Alta torre
jueves, 10 de diciembre de 2009
Equilibrio del funámbulo (Breve epístola a Miguel Ángel Maya)
martes, 1 de diciembre de 2009
HOY
Hoy quisiera cenar contigo y descorchar una botella y ver juntos una peli apocalíptica y quejarme por lo tarde que me acuesto, a tu lado, otra noche más. Hoy quisiera que fuese ayer.
domingo, 22 de noviembre de 2009
La vida aparte
La vida verdadera siempre aparece en una carretera secundaria. Sin esperarlo, irrumpe, zarandea y se instala. Hay que quemar mucho neumático por vías principales, tomar otros tantos desvíos y repostar incansable antes de que algo así suceda. En uno de esos caminos que circunvalan la vida de cualquier persona, conocí primero la voz y después la música de Paco Cifuentes. Antes de sus discos, incluso antes de sus primeras maquetas, ya había conseguido instalarse. Ahora con La vida aparte vuelve a conmoverme, despliega y bate enérgico los pulgares, me obliga a regresar -sin haberme ido nunca del todo- a aquella carretera secundaria donde nos encontramos por vez primera.
[Foto: L. Moreno]
domingo, 8 de noviembre de 2009
Soniquete de Cádiz
Tirititrán trán trán. El bueno de Chano explicó en muchas ocasiones de dónde venía ese soniquete. Tuve la suerte de oírselo narrar una vez en Sevilla. Al parecer, Ignacio Espeleta fue el artífice. En una noche de farra, Sánchez Mejías le pidió que se cantara una coplilla que le había oído tantas veces. Al no recordar la letra y no tener pringue suficiente para bajar la borrachera, improvisó el famoso soniquete. Generación tras generación, los cantaores fueron haciendo suyo ese comienzo de las alegrías. Chano Lobato fue un maestro. Para ilustrar lo dicho, traigo la voz del joven chiclanero David Palomar, después de disfrutarlo en directo en el Gran Teatro Falla hace unos meses. Grande.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Renuncia
–la mirada es la misma-.
He renunciado a ser
quien pronuncie tu nombre.
Qué tristeza en dos sílabas.
lunes, 26 de octubre de 2009
Generación Peta Zeta
miércoles, 14 de octubre de 2009
Elipsis
domingo, 4 de octubre de 2009
Ayer
viernes, 2 de octubre de 2009
Con Honduras
martes, 29 de septiembre de 2009
Ha llegado el momento
No sé cómo decirlo con mayor claridad. Lo dice por mí La Casa Azul. Sigo la senda pop.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Sin pretensiones
sábado, 26 de septiembre de 2009
Cuatro veces fuego
Lara Moreno, por desgracia para su cuenta bancaria, es marginal (no sé si con vocación de serlo, eso habría que consultárselo a ella) y –que yo sepa- no pertenece a ningún cenáculo literario (coincidimos en preferir las tabernas, mejor si son prostibularias). El boca a oído -desde la aparición de Casi todas las tijeras- se está encargando de darla a conocer. Poco a poco, sin prisa.
Cuatro veces fuego, su último libro de relatos, supone una suerte de conjuro jaculatorio que nos transporta –permitid la aparente paradoja- a mundos tan desconocidos como reconocibles. Hay que reivindicar lo imaginario, tan devaluado en estos días, como seña de identidad propia de esta autora. Gracias a su fértil capacidad de fabulación, podemos codearnos con un tipo que encierra en su boca al mar, mientras juegan los niños sus cartas macabras y alguien desentierra una lámpara sin genio dentro. Cada relato es un fogonazo, una llamarada instantánea que aturde más allá de su extinción.
Por fortuna, este libro no supone ninguna consagración definitiva (sería difícil encajar bien eso). El valor de esta obra estriba en ser su última plaza habitada. Un granito de arena más para la duna de su playa. Habrá más partos en lo sucesivo. Y otros padrinos con más tino -auguro- redundarán en lo aquí dicho.
lunes, 21 de septiembre de 2009
The Pillow Book
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Los días del ahogado
Como el náufrago metódico que contase las olas
este mar luminoso, nuestros días
de espuma y caracola, cuello y codo,
el olor a salitre de la brisa,
la sombra eterna de tu cuerpo breve.
Qué restos del naufragio cuando lleguen
los días del ahogado.
[David J. Calzado, "Lejos..." en Aquí y ahora, 2008]
martes, 15 de septiembre de 2009
BLOW UP
La fotografía es iconografía de muerte. Está en su naturaleza. En ella ya no somos como somos. Somos como éramos…
Ciertamente en la fotografía hay un elemento fatalista.
En cien años todos calvos. Quiero decir que una colección de retratados es una colección de futuros cadáveres.
La fotografía es un poderoso médium.
Nos lleva al otro lado de la vida. Y allí, atrapados en su mundo de luces y sombras, siendo sólo presencia, también vivimos. Inmutables. Sin penas. Redimidos nuestros pecados. Por fin domesticados… Congelados.
Al otro lado de la vida... De donde no se vuelve.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Love will tear us apart
Ícaro
Los maestros antiguos: qué bien comprendieron
Su sitio en nuestra vida, cómo llega
Mientras otros comen, abren una ventana o se
Pasean sin más.
Georges Perec, Lo infraordinario (trad. M. Cebrián)
Ícaro cae. Nadie se inmuta. La vida en su fluir más cotidiano. Abajo, a la derecha del lienzo, se hunde lentamente. Su dolor me lastima.
[Óleo: Paisaje con la caída de Ícaro,
lunes, 7 de septiembre de 2009
TRADUTTORE, TRADITTORE
"Pero, ¿no te acuerdas de cuando yo te ...(latín, subigitavi)...,mientras tú sonriente bien te retorcías, agarrado a esta encina?"
jueves, 3 de septiembre de 2009
Las Cortinas
Curro, Félix, Joaquín, aquella playa
y la luz y Samir y su barca de caña
varada entre las rocas,
un eco de batalla frente al faro,
donde se oculta el sol como otras tardes.
Ovillamos las piernas y los brazos
porque salta Poniente, sonreímos
al pensar en la arena renovada,
estos días sin fin, todo principio.
Juntos. Cerca. Felices.
lunes, 31 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
GOLPE
lunes, 22 de junio de 2009
Última écfrasis
La mirada de las ninfas exhala concentración hipnótica. Los brazos de dos de ellas se aferran suavemente al cuerpo de Hylas, incapaz de oponer ninguna resistencia, dejándose hundir en el manantial. No hay violencia. Blanco sobre negro.
Heracles, desesperado, buscó al joven, junto a Polifemo, durante toda una noche. Pero Hylas ya habitaba otro mundo. Así lo canta Teócrito en el Idilio XIII.
[Lienzo: Hylas and the Nymphs, John William Waterhouse]
[Boceto de ninfas: John William Waterhouse]
jueves, 18 de junio de 2009
Pared


lunes, 15 de junio de 2009
Epístola
jueves, 11 de junio de 2009
DESPEDIDA
domingo, 7 de junio de 2009
ÉCFRASIS

Una mujer desnuda de curvas turgentes y pecho generoso recibe un cunnilinguo de la inmaculada ave (al menos eso piensa mi mente calenturienta). Detrás un sinfín de telas, alfombras y flores ocultan tras de sí la figura de un elefante. Hoy quería escribir sobre el cuadro y, al buscar la imagen para ilustrar la entrada, descubro que mi reproducción es un detalle del óleo original. Lo que llevo nueve meses sin ver es a un trío de chamanes orantes, ataviados con ropaje ritual, ante un bodegón de fruta tropical en lo que parece una ofrenda. También hay un tipo tocado con un sombrero chino.
Este cambio -recién descubierto- me hace replantear mi interpretación de la obra. De repente me convierto en un detective, no tan salvaje como los de Bolaño, pero detective a fin de cuentas. Observo perplejo la escena. ¿Qué pinta un chino sentado allí? Lleva gafas de sol y sonríe gustosamente. El resto de personajes no parece percatarse de su presencia o quizás no les importe. Frivolizaría al pensar que ha podido colarse, sin más, debido al peso demográfico pero no me satisface. Estoy exhausto.

Busco en la red alguna pista sobre el cuadro y se produce el hallazgo. El chino no es tal chino sino el propio pintor, Mati Klarwein. Este cuadro sirvió de portada a uno de los discos del guitarrista mexicano Carlos Santana. Debo ser el único sobre la faz de la tierra que no conozca ese LP a tenor del comienzo de la información : ¿Quién no conoce la portada del disco Abraxas de Santana?
Lo poco de la vida del señor Mati Klarwein (Hamburgo, 1932- Palma de Mallorca, 2002) que se extracta habla de LSD, fiestas por todo lo alto, ataques con hacha por blasfemia, cuatro hijos de tres esposas y otras tres sin hijos.
Ahora sólo me queda averiguar el porqué de la elección de mi arrendataria, ¿es admiradora de Santana o le gusta Klarwein? Puede ser que esta mujer haya asistido, hace años, a alguna de esas fiestas tan locas en cualquier cala balear. De mañana no pasa, me aposto a su puerta y sigo sus movimientos.
[Óleo: La Anunciación, Mati Klarwein, 1961]
jueves, 4 de junio de 2009
CUERNOS
miércoles, 20 de mayo de 2009
FREAKS EN EL AÑO POE
La película, basada en la novela Spurs de Tod Robbins, comenzó a rodarse a mediados de 1931, aprovechando el éxito comercial cosechado por su director (Drácula, 1931). El influyente productor de Metro-Goldwyn-Meyer, Irving Thalberg (el mismo que quiso contactar con Buñuel y que obtuvo silencio por respuesta) le dio plena libertad para hacer a su antojo la película. Aunque tras el visionado definitivo obligó a Browning a hacer unos cortes considerables que explican su poco más de sesenta minutos de duración. No fue suficiente. A pesar de los cortes, la película debió salvar las censuras de medio mundo.
Browning aprovechó para hacer una historia muy personal: impuso un rodaje sin trucajes gracias a la fecunda colaboración de auténticos fenómenos del circo Barnm. La trouppe de Madame Tetrallini (el hombre tronco, los enanos, las niñas calvas…) sobrecoge aún hoy, por su veracidad y ausencia de artificio.
El ciclo fantástico-terrorífico, tan en boga en aquellos años, se engrandece con algunas magistrales escenas de esta producción que R. Gubern ha bautizado como “aquelarre goyesco”. La aceptación de Cleopatra en el círculo social de los “monstruos”, mediante un acto de comunión colectivo, es de una belleza e intensidad sobrecogedora.
El enfrentamiento entre la deformidad física de Hans (y su correlato femenino, Frieda) y la deformidad moral de Cleo (y su correlato masculino, Hércules) constituye una actualización del viejo tópico del irreconciliable binomio belleza corporal / espiritual, centro de tantas historias (Dorian Gray, El Hombre Elefante, arquetipo de la femme fatale...).
Aunque la película fue mal conocida en Europa durante largo tiempo y la crítica de la época la despreció, una generación de aficionados, al margen de la cultura oficial, consiguió recuperarla. Hace unos cuantos años, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián (1996) realizó un repaso de la filmografía conservada de Browning. Fruto de aquel acontecimiento se publicó el magnífico estudio monográfico El carnaval de las tinieblas, de David J. Skal y Elías Savada (Fest. Int. de Cine de San Sebastián y Filmoteca Española. San Sebastián, 1996), lectura muy recomendable para los admiradores de quien ha sido calificado como el “Edgar Allan Poe del cine”. Otro día os hablo de Javier Gurruchaga y su devoción por este director.
[Foto: Browning, en el centro, con el elenco de Freaks]
[Video: Escena de Freaks (1932), de Tod Browning]
domingo, 17 de mayo de 2009
GLAZZ Y LA ALFOMBRA MÁGICA

Delimitan el espacio del escenario tres alfombras: sobre ellas Dani Escortell, Javi Ruibal y José Recacha. La palabra de Lara Moreno, imágenes y movimiento. Entrega. Sin paliativos. GLAZZ tiende una gran alfombra mágica bajo las gradas y hay altura y volamos.
lunes, 11 de mayo de 2009
ALBADA

lunes, 4 de mayo de 2009
Hermanos

Hijo: Hazte nombrar y valoriza el puesto. Que nada pase con tu firma sin tu coima, que el mundo es de los vivos y el cielo de los pendejos. No des sin que te den y si no te dan que esperen, que la prisa es de ellos: ellos tienen la siderúrgica prendida y no pueden esperar: tú sí, tú tienes sueldo. ¿Industrias? ¿Cultivos? ¿Trabajo para los desempleados? Que las abran ellos, que cultiven ellos, que les den trabajo ellos que son los explotadores: tú no, tú eres santo. Y ten presente que funcionario que deja el puesto ya no es: fue. Por eso les dicen «el ex ministro», «el ex presidente», con una equis lastimera. En esa equis radica la diferencia entre el ser y el no ser. Así que no sueltes puesto sin tener otro mejor preparado. A tus inferiores humíllalos, a tus superiores cepíllalos, y cuando tus superiores caigan, dales con el cepillo en la cabeza que la lealtad es vicio de traidores. ¡Cómo vas a traicionar tus intereses por un ex jefe! Un ex ya no es. Y sube, sube, sube que mientras más subas tú tu país más baja. Nadie está arriba si nadie está abajo. En las entrevistas no te des, que tú no eres mujer enamorada, y no olvides que hoy día todo lo graban; di que si pero que no, enturbia el agua que no se pesca en río transparente. Masturba al pueblo, adula a los poderosos, llora con los damnificados, y a todos promételes, promételes, promételes, y una vez elegido proclama a los cuatro vientos tu amor a tu país pero si te lo compran véndelo, y si no hipotécalo que las generaciones venideras pagan: el futuro es de los jóvenes. Las casas, las calles, las escuelas, los hospitales, las universidades, las carreteras que prometiste déjalas como los puentes: en el aire, pendientes, entre una orilla y la otra de la nada. Absurdo sería gastarte en lugares comunes suntuarios lo que es para tus gastos: tus mansiones, tus aviones, tus palacios, tus palacetes, tus islas, tus playas, tus yates, tus putas, tus delicatessen. Y al irte, si es que te vas, recuerda que lo que dejes se lo lleva el próximo viento: dinero en arca pública es volátil cual espíritu de trementina. Eso, eso, eso es lo que le aconsejaría yo a un hijo si lo tuviera. Pero ay, yo no practico la cópula con las hijas de Eva, y la existencia por lo visto no se da sin causa agente. ¿Honraditos a mi? ¡Honrado el Papa, Su Santidad! Y trabajador además: echa azadón de sol a sol.
domingo, 26 de abril de 2009
Adiós, ramal
El canto de los grillos en la noche
me lleva hasta el lugar donde otro tiempo
rodaban los vagones entre juegos
de niños, bajo atenta mirada de los viejos.
Y gritaba Pinín, Rosa gemía
al paso de los coches de tercera,
la esquila de Cordera tintinea
la sombra de este prao desde entonces.
Hoy de vuelta al carril de aquella vida,
con óxido y orín en esta vía
colmada de silencio ante la luna,
apreciad todavía cómo late
el silbido de un tren entre sus piedras.
jueves, 16 de abril de 2009
PASIÓN
soy como el búho de las soledades.
Salmos CII; VII.
La luz celebra la vida en cada rincón, en cada esquina. Las gentes regresan a sus casas, los niños agotan las posibilidades últimas de los postreros juegos del mediodía. El albor, travieso, se filtra a través de las ramas de las arboledas. Cada día se produce la misma rutina y cada día, a pesar de lo previsible, sorprende de igual forma. El portal es cifra de un mundo familiar, conocido por todos.
De pie, ante el pórtico, un muchacho aguarda. Su cara casi roza el artilugio electrónico que hace las veces de aldaba –a este lugar aluminio y óxido llegaron hace ya muchos años-. Él es delgado y pasa inadvertido.
Nadie responde al portero electrónico pero no se marcha. Ha decidido hacer tiempo, quizá aparezca alguien, quizá le contesten. Ni sabe ni tiene adonde ir. La espera es una escapatoria a su desconcierto. La espera y el tabaco.
Un torpe forcejeo con la cerradura le alerta de un encuentro deseado. Su expectación aumenta. Ha emprendido un camino para llegar hasta este momento y existen las mismas posibilidades de que sea la persona que él busca como de que no lo sea. El azar o el destino resolverán esta duda con urgencia. El balanceo de la pesada puerta, el opaco cristal que no transluce más que una figura borrosa… Finalmente un “buenas tardes”, pronunciado con tono servicial y desconfiado, zanja toda vacilación. Una anciana avanza hacia la calle. Antes de abandonar el portal se asegura de que la puerta queda bien cerrada, tirando primero hasta sellarla y empujando después para cerciorarse.
Se inquieta. Este absurdo episodio ha incrementado su incertidumbre. ¿Y si no apareciera? Es la primera vez que se plantea que podría no existir un nunca más. Esta opción lo desalienta. Acaba de apagar un cigarro pero enciende otro; total, la vida es humo.
Una pareja llega. Ella se siente joven aunque ya no lo sea. Podría mediar entre ellos quince años de diferencia. Sin embargo, a pesar de la edad, salvan las distancias. Dos niños corren velozmente en carrera, casi los atropellan. Ella lo ha acompañado hasta el portal. Se despiden: Fugaz beso en los labios ¿Qué tipo de relación habrá entre ellos?
La espera cada vez se hace más angustiosa. Aprieta el calor. La calle va quedando desierta. Pero debe aferrarse a cualquier posibilidad de que aparezca, ya que ha llegado hasta aquí no puede marcharse, no debe abandonar.
Ahora no puede pensar. Demasiadas emociones revueltas. Está confuso. Mejor no pensar en nada, encender un cigarro y esperar. Tal vez aparezca.
A lo lejos un bullicio anuncia la llegada de un numeroso grupo de personas. El jaleo cada vez es más cercano. Algunas voces de mujer destacan sobre el resto, pero aún son ininteligibles. La curiosidad sustituye a la desesperanza y se acerca para ver de qué se trata. Un tropel en torno a un niño descalabrado obstaculiza el paso de la madre que marcha en busca de socorro. Es uno de los niños que vio antes y que por poco arrollan a aquella ambigua pareja. La sangre brota con exceso de su cabeza, aumentando el escándalo de lamentos y risotadas de la charanga de vecinos. Se quita la camiseta y se la ofrece a la madre para que contenga la herida hasta el ambulatorio. Ha perdido todo interés por la situación, el descalabro de un niño –tantas veces presenciado- no puede distraerlo de sus fantasmas, de su particular calvario. Poco a poco el grupo se aleja del portal, las voces se hacen ecos. La espera continúa.
Camina decidido, como quien ha adoptado una firme decisión y se propone a ejecutarla. La vida, mientras tanto, se exhibe impúdicamente. Las calles están repletas, los bares concurridos. No levanta la vista del suelo, no mira a su alrededor por si acaso lo reconociera alguien. En este estado, no tendría ánimo de pararse y mantener una conversación.
Camina. Le resulta imposible mantener un ritmo constante al andar. La gente, que come y bebe a las puertas de un bar, le estorba. Parpadea; ¡tanta luz!. Continuamente debe pedir permiso para poder pasar, sortearlos. No levanta la vista del suelo ni para pedir permiso.
Camina. La muchedumbre va perdiéndose atrás. Ahora recorre calles menos anchas. Observa la arquitectura, alza la vista hacia los balcones y ventanales. Sus ojos se han adaptado a la luz. Enciende un cigarro. Fuma, expulsa el humo lentamente. ¿En qué piensa?
Se cruza con gentes como sombras, de rasgos indefinidos, sin rostros. No les presta atención, no forman parte de su mundo interior, ajenos también a su existencia.
Llega, fatigado, ante un portal. A punto de pulsar una tecla, de llamar a algún piso, de encarar el encuentro, duda. Su firmeza, su determinación se atenúan. No es tiempo ahora para reflexiones. Ha tomado una resolución, ya está ante el portal. Nuevo intento con el dedo en suspenso ante una tecla. Llave para recomponer, quizá, tanta pérdida. Quiere escabullirse de tanto dolor. Ya no busca la felicidad, huye del tormento. Una única tecla y quizá… No llama. Pega el oído al portero electrónico. Nadie contesta.
Apaga un cigarrillo a la mitad. Ya ha fumado bastante. Está sentado en un bordillo. Suda. El sol se refleja en su pecho desnudo, sin coraza, desde que la camiseta fuera abandonada a la suerte de los acontecimientos. Se levanta. Llevaba ya un buen rato sentado, como testimonian algunas colillas. No puede pensar. Quiere alejarse de aquel lugar, quiere alejarse de sí mismo. Echa a andar. Sin destino.
sábado, 11 de abril de 2009
lunes, 6 de abril de 2009
Hypocrite lecteur, mon semblable, mon frère!
jueves, 2 de abril de 2009
Contra los mercaderes de libros

con muchas baratijas relucientes.
Sonó oscuro. Lo escurrieron
tras fuego de artificio deslumbrante.
Apenas si sonaba, fue éxito de ventas.
miércoles, 25 de marzo de 2009
ESCRITURA

lunes, 23 de marzo de 2009
La vida perra de Rosito Narboni

Ayer terminé Rosas, restos de alas (La Fábrica, 2008), primera novela dada a prensa de Pablo Gutiérrez. Ando rumiando mi desconsuelo tras su lectura, porque si algo sobresale en ella es desconsuelo en carne viva y a raudales (no hablaré de su expresión exacta ni de su ritmo hipnótico ni de su estructura fragmentaria, todo recuerda al mejor Vázquez, al de La vida perra de Juanita Narboni). Me ha emocionado, conmocionado, trastornado. No debieras leerla precisamente ahora, me repetía en las páginas 45, 58, 68. Afuera es primavera y yo aferrado al papel de gramaje exquisito, al olor de las páginas, al suculento envoltorio que reserva un espejo. Qué cabrón este Pablo, me digo, cómo construye, reconstruye, deconstruye toda infancia, quién carajo le ha contado a este tío mi adolescencia. No hay huida posible porque el mundo, aunque achatado por los polos, es redondo y siempre volvemos al mismo punto de partida tras la carrera. Quisiera escupirme pero no llego (menos mal que Pablo lo hace por todos).
jueves, 5 de marzo de 2009
TELÉMACO

con el bozo incipiente aquel muchacho
miró fijo los ojos forasteros
que viejos y cansados
salieron a su encuentro
rodeó con sus brazos al anciano
y sin mediar palabra
lo besó como a un padre
y lo hizo su padre
Hace más de una década escribí este poema, probablemente tras la lectura de La Odisea. Tendría menos de veinte años y andaba enemistado con las mayúsculas y todo signo de puntuación. Lo he encontrado en una vieja carpeta que atesora poemas muy mediocres y un cierto afán de notoriedad juvenil. Me recuerdo recitándolo una noche en el desaparecido Galería Torneo, justo antes de que en una performance delirante Miguel Ángel Maya se afeitara en pleno bar, ante un auditorio tan borracho como entregado (aquellas noches se llenaron también de desnudos masculinos integrales, exposiciones fotográficas de Quino Petit y un amplio etcétera). En los créditos del primer disco de Paco Cifuentes hay una cita de aquellas madrugadas que consiguió emocionarme. Queda poco para que salga su segundo disco, La vida aparte. ¿De verdad que hace tanto tiempo de todo esto? Hace unos meses coincidí con un chico que me conocía de aquellos recitales. Me confesó que pedía dinero en una cabina a los transeúntes para poder pagarse las cervezas mientras durara la fiesta. Me reconoció también que se sentía importante porque yo empecé a saludarlo con efusividad cada noche (supuse que algo tuvo que ver en mi actitud que entonces él tuviera unos dieciséis años, la edad de Telémaco).
miércoles, 25 de febrero de 2009
Μωμος (Martes de Carnaval)
Dios y ceniza,
Dios y tabaco,
Dios y ginebra,
vástago oscuro de la Noche,
amigo del descaro y la ironía,
llamarada de luz ardida sobre el mundo,
que tu reflejo asista en otras noches
y celebre tu risa nuestra risa
y encienda cada pecho con tu aliento
y cada día ardamos como tú,
Momo, cada febrero te consumes.
jueves, 19 de febrero de 2009
miércoles, 18 de febrero de 2009
Mirada
Recuerdo una anécdota de mi infancia. El primer día de clase llegué
tarde. Todos los demás niños estaban ya sentados alrededor de una mesa grande en la cocina, y no había espacio para mí. La profesora me dijo: No te preocupes, ahora mismo te preparamos un sitio. Y abrió la puerta del horno para que me sirviera de pupitre. Me senté en mi banqueta, con el cuaderno sobre la puerta abierta, mirando el interior negro del horno.Chema Madoz