lunes, 22 de junio de 2009

Última écfrasis


Cierro la serie dedicada a los lienzos de la pared con un cuadro romántico de inspiración mitológica. John William Waterhouse pintó este Hylas y las ninfas que veo ahora desde mi sillón. No hay necesidad alguna de conocer el episodio mítico para advertir que se oponen dos mundos. La piel tostada del héroe (el bronceado entonces debía ganarse en hazañas y proezas) contrasta con la desvaída palidez de las siete ninfas. Oscuridad de la superficie frente a claridad de la hondura. Ahí está la tensión.


La mirada de las ninfas exhala concentración hipnótica. Los brazos de dos de ellas se aferran suavemente al cuerpo de Hylas, incapaz de oponer ninguna resistencia, dejándose hundir en el manantial. No hay violencia. Blanco sobre negro.

Heracles, desesperado, buscó al joven, junto a Polifemo, durante toda una noche. Pero Hylas ya habitaba otro mundo. Así lo canta Teócrito en el Idilio XIII.

[Lienzo: Hylas and the Nymphs, John William Waterhouse]

[Boceto de ninfas: John William Waterhouse]

1 comentario:

Lara dijo...

quiero ser ninfa