domingo, 27 de diciembre de 2009

Alta torre

Altura de la torre sin vigía,

enhiesta hacia las nubes como dedo.


Inmarcesible mole que no cede

al tránsito, la bulla, los motores.


Encallada resiste, como tantas,

esta esquina del mundo. Se interpone,

vertical desafía, rompe, asciende.


¿Qué cálculo algebraico la erigió,

con qué labor cocieron sus sillares,

quién tanteó en la sombra su firmeza

después del beso frío de la noche?


Hoy me siento a su lado por si acaso amanece.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Equilibrio del funámbulo (Breve epístola a Miguel Ángel Maya)


Cádiz, 10 de diciembre de 2009.

Querido Migue:


Nunca me gustaron las acrobacias pero a veces la vida nos obliga a ensayar el funambulismo. No tengo miedo a la altura; más bien me estremece la idea de vacío (lo siento por Sören). Todos piensan que me da pánico volar. Se equivocan. Mi miedo es a caer. Mi peor pesadilla es caer y caer y caer... No es lo mismo. Supongo que me entiendes.


¡Supera tus miedos, al menos haz el intento, debes aprender a controlar tus emociones! Y un carajo de poliexpán para José Antonio Marina y la industria de la autoyuda. No quiero superarlos; prefiero asumir mis limitaciones. Es contraproducente superar los miedos, Miguelito. No porque sean irracionales y sea estéril el intento, sino porque sin mis miedos, mis fobias ni mis manías no sería Yo, sería Otro. Ese Otro al que aspira la masa en su afán de anular la diferencia y el matiz: joven de éxito con proyectos e ilusiones, con futuro y sin miedo a volar. No todos encajamos en ese modelo. Ni falta que hace. Quizás un 1% de la población mundial, siendo generoso, puede aspirar a formar parte de ese club. Pero ese jodido 1% hace mucho ruido y gana postulantes (incluso entre los nonagenarios). Qué se le va a hacer. Siempre nos subyuga alguna tiranía. Nos ha tocado ésta.


A mí de momento me basta con el presente. Y con el pasado. Lo que fui y lo que soy. La llama y la ceniza. No tengo proyectos ni planes de futuro; no pienso en si soy feliz porque me la trae floja serlo. Pero en alguna ocasión nos hemos reído juntos, ¿verdad?


Mi vida ahora es una cuerda floja donde ejercito un sinfín de posturas nuevas, en su mayoría de una ridiculez espantosa (siempre presente el miedo al resbalón). Pero son mis muecas, mis tics, mis gestos, los que me hacen ser yo mismo.


Sabes que te quiero.

David J.

martes, 1 de diciembre de 2009

HOY

No tengo ganas de ir al gimnasio, de trabajar bíceps y tríceps hasta la extenuación. Hoy no. No quiero ser más fuerte ni más guapo ni lucir abdominales. Hoy no forzaré conversaciones de chat con nadie en busca de un polvo. Hoy no.

Hoy quisiera cenar contigo y descorchar una botella y ver juntos una peli apocalíptica y quejarme por lo tarde que me acuesto, a tu lado, otra noche más. Hoy quisiera que fuese ayer.